La violencia familiar es un delito perseguible de oficio (oficial). Quien se comporta violentamente comete un delito, independientemente de la gravedad del acto de violencia, tanto si se ejerce contra la esposa, el esposo o los hijos. Las autoridades deben intervenir activamente por sí mismas si se enteran de que hay actos violentos dentro de una familia. Para las víctimas de la violencia hay ofertas de apoyo gratuitas y confidenciales. En viviendas especiales (Frauenhaus) tanto mujeres pueden refugiarse temporalmente con sus hijos. Las mujeres maltratadas pueden llamar a un Centro de Acogida para Mujeres las 24 horas del día (teléfono 071 250 03 45). Los niños y los jóvenes pueden dirigirse al Teléfono de Emergencia para Niños y Jóvenes (Kindernotruf) (teléfono 147, gratuito, www.147.ch). Quien se sienta amenazado por un familiar debería llamar a la policía (teléfono 117), que puede expulsar durante un largo periodo de su casa o su vivienda a la persona que comete actos violentos o amenaza con ellos.